La Asociación de Transportistas Autónomos (ATA) ha mostrado este lunes su preocupación por la posibilidad de que no haya suficientes tacógrafos de segunda generación cuando sea obligatorio instalarlo. Cabe recordar que el Paquete de Movilidad incluyó la obligatoriedad de este aparato de control para operar fuera de España antes de que finalice 2024. Para los vehículos que ya tienen instalado en la actualidad el tacógrafo inteligente de primera generación (los matriculados desde 2019), el plazo se ampliará hasta el 21 de agosto de 2025.

ATA explica que esta medida afecta de forma directa a la fabricación de vehículos, "que deben incorporar esta tecnología de forma inmediata para atender la demanda del mercado, del mismo modo que aquellos profesionales que ya cuenten con un tacógrafo inteligente deberán renovar esa herramienta contando con los mismos plazos". 

"Esta medida, que no es excesivamente compleja, más allá del desembolso que supone, acarrea un problema aún más importante; la ausencia de tacógrafos digitales de segunda generación suficientes para cumplir con dicha disposición", explica la asociación. Para los transportistas autónomos este problema puede generar aún un mayor retraso en los períodos de entrega de los vehículos comprometidos a día de hoy.

Más caros

ATA también señala el precio como un problema: "Además, al establecer la obligatoriedad, también se condiciona a los camiones más antiguos. Actualmente, los dispositivos de primera generación pueden tener un coste de instalación que oscila entorno a los 700 euros. En este caso, los de segunda generación tendrán un precio aún mayor, por lo que en un camión antiguo apenas tendrá amortización. Por ejemplo, se puede dar la circunstancia de que a un camión se le averíe el día de hoy el tacógrafo y tenga que sustituirlo por uno nuevo de primera generación y en agosto de 2025 tenga que cambiarlo por uno nuevo de segunda generación.".