Los concesionarios, las energéticas, los fabricantes de camiones y los transportistas coinciden en que la electrificación no puede ser la única tecnología para descarbonizar el transporte de mercancías por carretera. Pero la Administración señala que el camino en Europa está muy marcado y que los objetivos pasan por utilizar en el futuro casi únicamente vehículos eléctricos.

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, y la vicepresidenta de Faconauto, Marta Blázquez, han planteado este ruego de dejar abierta la puerta abierta a tecnologías alternativas que no sean la eléctrica (como los combustibles sintéticos o los biocombustibles) a la secretaria general de Transporte y Movilidad, María José Rallo. En la apertura del II Observatorio del Vehículo Industrial, Brufau ha realizado una defensa de la industria en general y la automovilística en particular: "No concibo una Europa sin industria y lamentablemente, cuando vemos las políticas europeas de descarbonización parece que pasa porque la industria desparezca, parece que si desaparece la industria desparece el factor contaminante".

El presidente de Repsol ha defendido que la transición ecológica necesita tiempo y que "no se puede hacer demagogia" desde la Administración: "¿Por qué tenemos que conseguir mañana electrificar todos los vehículos si puede haber otras maneras de descarbonizar?", se ha preguntado. Brufau ha advertido también que si Europa renuncia a todas las energías menos a una (la eléctrica) renuncia a competir con países como China: "¿No sería mejor pensar cuáles son las fortalezas de Europa, que ha demostrado ser líder en los motores de combustión?"

María José Rallo le ha contestado en su intervención que la política europea de descarbonización está unida a la electrificación y no cree que "vaya a haber un reset” en este aspecto: "El camino estratégico está marcado, no creo que haya marcha atrás, pero luego seguro que se pueden hacer ajustes". La representante del Ministerio de Transportes también contradice a Antonio Brufau en cuanto a los tiempos necesarios para completar la descarbonización: "Más que en una transición ecológica estamos en una revolución".

Incentivar frente a prohibir

Para el presidente de Repsol, la política de la Administración estadounidense es el modelo a seguir: "El Gobierno de Biden ofrece ayudas a todas las tecnologías que logren descarbonizar. A todas. Es una política de incentivar, frente a la de Bruselas que es una política de regular y en último caso prohibir". Rallo también se ha mostrado en desacuerdo en esto: "No pensemos que Estados Unidos hace las cosas siempre mejor que Europa".

Marta Blázquez, vicepresidenta ejecutiva de Faconauto, coincide con Antonio Brufau en que los objetivos de Europa "están muy lejos" de poder hacerse realidad. Y aporta un dato: "El año pasado se vendieron en España 84 camiones eléctricos". 

Blázquez también ha sido muy directa al pedir a Rallo que aumente las ayudas para renovar flotas, "que, por cierto, tardan más de dos años en llegar a los transportistas": "Pedimos ayudas a la electrificación, por supuesto, pero también a la renovación de vehículos de combustión". Para la vicepresidenta ejecutiva de Faconauto, la Administración también puede ayudar con deducciones fiscales: "La fiscalidad puede ser un acelerador brutal para la descarbonización".

En cualquier caso, la intervención de Rallo ha sido, en general, un jarro de agua fría para los asistentes y no se ha movido de los objetivos que estos meses se plantean desde Bruselas: "Son legítimas las visiones que tienen Repsol y Faconauto sobre la descarbonización, pero la realidad es la que es".