MAN premia a sus camiones más veteranos mediante la campaña "Los MAN que más cuentan". Un jurado de expertos ha elegido a los cinco ganadores, todos ellos camiones del siglo pasado.

Las dos mejores historias se llevan un contrato de mantenimiento Confort con un año de duración valorado en 1.200 euros y un reportaje a fondo de su camión y su historia. Los tres restantes obtienen un cheque regalo de 300 euros para merchandising o accesorios originales MAN.

Luis Manuel Ordiales, el orgulloso propietario de "La Kika’", un MAN M90 14.232 matriculado en 1991 y que, desde entonces, ya ha recorrido más de 1,8 millones de kilómetros, gracias a los cuidados que recibe en el MAN Truck & Bus Service de Oviedo es el primer premiado.

Javier Quirós, un apicultor que reparte el néctar de las abejas por toda Andalucía desde Estepona (Málaga) con un MAN 9.224 LC que realiza todas sus operaciones de mantenimiento en el MAN Truck & Bus Center de Málaga es el segundo galardonado.

Los tres cheques de 300 euros han recaído en:

• Justo Oltra y su MAN 462 cuyo taller de referencia es MAN Truck & Bus Center Valencia.
• José Bellón y su MAN 19.403, que ronda los tres millones de kilómetros y repara en Automoción Rubio Rodrigo, en Manzanares, Ciudad Real.
• El camión de bomberos de Berlín de Igor Samara, del que se encarga el taller MAN Boadella de Lleida. 

"La Kika"

Significa "gallina pequeña" en asturiano, y fue así bautizado por su propietario por su reducido tamaño (10 metros de largo para 3 m de altura). A pesar de su edad, "está como un cañón", dice Luis, ya que "le cuidamos para que no le falte de nada, con mantenimiento preventivo y todo tipo de mimos, puesto que su configuración nos sirve de mucho, gracias sobre todo a su plataforma deslizante".

"La Kika" se dedica al transporte de maquinaria y mobilhome, pudiendo hacerse cargo de carretillas para palets, maquinaria forestal e incluso, prestar asistencia en carretera. Aunque se matriculó hace más de 30 años, el vehículo llegó a la familia en el año 2000: "Me acuerdo perfectamente, porque en él aprendí a conducir, cuando tenía 14 años. Mi padre me lo dejaba a cambio de que le ayudara, y yo encantado claro. Por eso tiene un componente sentimental muy fuerte. Es nuestra joya de la corona y espero que nos dure muchos años".

La flota de Luis Manuel está compuesta por nueve unidades (incluidos otros siete MAN), aunque "éste es especial porque hace cosas que los demás no pueden, como llevar una mobilhome de 9x4 y descargarla en cualquier sitio gracias a su plataforma, algo muy importante si tenemos en cuenta cómo son las carreteras en Asturias" (la empresa tiene la sede en Siero).

Esto no significa que el camino haya sido siempre de rosas. Reconoce Ordiales: "Aquí llueve mucho, y a veces se queda atascado, necesitando ayuda para salir. Pero en todo caso, siempre sobrevive y está listo para el siguiente reto. Acumula historias por cientos, como la vez que tenía que hacer un transporte de una mobilhome casi tan grande como él, y el día anterior comenzó a perder refrigerante por una junta de la tapa de la distribución. Parecía imposible, pero como quien deja de llorar porque sabe que tiene algo que cumplir antes de quejarse, al día siguiente, después de haber descansado toda la noche, la fuga nos daba una tregua de unos días sin volver a perder antes de repararse".

La "Kika" va a estar siempre al lado de Luis Manuel, que no tiene ninguna intención de cambiarlo. Señala su propietario que no tiene nada que envidiar a los más modernos, es fiable, sencillo de manejar y deja muy buenas sensaciones a todo el que lo conduce.

Además del trabajo, el MAN M90 también tiene tiempo para el ocio, participando anualmente en el desfile que precede al tradicional "Descenso internacional del Sella" una competición de piraguas que tiene lugar a comienzos del mes de agosto en el río asturiano. Desde hace unos años, se ha retomado la tradición del desfile antes de la carrera, y "nosotros engalanamos a "La Kika" con los mismos adornos del tren, y alguna decoración extra, haciendo las delicias de todos los participantes y concediendo al camión el reconocimiento que merece", señala su orgulloso propietario.

El camión que "susurraba" a las abejas

Javier le pregunta al camión y éste confirma: "fui adquirido por mi dueño apicultor el siglo pasado y desde entonces hasta ahora no nos hemos separado. Junto con las abejas hemos hecho buenas amistades y he de decir que nunca pretendieron picarme".

“Para mí, es una herramienta indispensable”, afirma Quirós, porque "gracias a su grúa pluma podemos hacer frente a cualquier circunstancia. Y todo ello, sin mayores incidencias. Por supuesto, hubo en todos estos años complicaciones, como inundaciones o emergencias", relata Javier, "pero el camión, gracias a su fuerza de salida, nos ha sacado siempre del problema”. Muchos de los trabajos se realizan de noche, como el traslado de las colmenas de un sitio a otro aprovechando la floración, y de verdad que se agradece la comodidad de la cabina después de un duro día de trabajo". Su flota se completa con otras furgonetas y pickups.

En cuanto a la longevidad del camión (lleva recorridos 450.000 km), su propietario señala que parte del secreto está en que nunca agotan los periodos fijados para el cambio de aceite y otras acciones de mantenimiento, y siempre se adelantan, en especial cuando comienzo de la campaña.

"El camión es muy bueno y resistente y no tengo ninguna intención de que nos separemos. La verdad es que nos cuidamos mutuamente”, dice Javier, a lo que el camión añade que "mi dueño no lo dice, pero tal como me mira y me trata, yo sé que está encantado trabajando conmigo, y yo con él".