Transportistas y fabricantes exigen a Europa más ambición en la infraestructura de combustibles alternativos
ACEA e IRU aseguran que los fabricantes de camiones ya están produciendo vehículos eléctricos y de hidrógeno, pero faltan estaciones de recarga e hidrogeneras.
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) y la Asociación Internacional de Transporte por Carretera (IRU) piden a la Unión Europea un compromiso urgente "con objetivos ambiciosos para la carga eléctrica y la infraestructura de reabastecimiento de hidrógeno para vehículos pesados". El Consejo, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo están ahora mismo en negociaciones tripartitas para aprobar el Reglamento de Infraestructura de Combustibles Alternativos (AFIR). Un reglamento, que a fabricantes y transportistas se les queda corto en algunos aspectos.
Según un comunicado conjunto de estas asociaciones, los fabricantes de camiones ya están produciendo una amplia gama de camiones eléctricos a batería y en breve ocurrirá lo mismo con los vehículos impulsados por hidrógeno: "La demanda de estos nuevos camiones está aumentando rápidamente, pero sigue estando severamente restringida por condiciones cruciales insuficientes, lo que es más importante, la falta de infraestructura de carga y reabastecimiento de combustible".
"Una densa red de estaciones de carga y repostaje adecuadas para vehículos pesados es un requisito previo indispensable para que el sector logre los objetivos establecidos en el paquete Fit for 55 y acompañe la implementación de nuevos estándares de CO2 para vehículos pesados", aseguran ACEA e IRU. La asociación de fabricantes estima que para alcanzar el objetivo de reducción de CO2 del -45% en 2030, tal y como ha propuesto recientemente la Comisión Europea-, deberán circular más de 400.000 camiones cero emisiones, lo que implica 50.000 cargadores públicos en menos de siete años.
Cinco puntos
Las dos asociaciones piden que las negociaciones tripartitas sobre AFIR concluyan lo antes posible para proporcionar seguridad jurídica y de inversión. Estos son los cinco puntos que ACEA e IRU ven más imprescindibles:
- Apoyar el nivel de ambición establecido para los fabricantes de vehículos comprometiendo a los estados miembros con objetivos de infraestructura igualmente ambiciosos.
- Permitir el rápido despliegue de la infraestructura de carga eléctrica para vehículos pesados en la red principal y global de la RTE-T, incluidos los nodos urbanos, para 2025 y una aceleración completa para 2030 a más tardar.
- Crear las condiciones adecuadas para permitir el rápido despliegue de la infraestructura de recarga de hidrógeno en la red principal y global de la RTE-T, incluidos los nodos urbanos, a más tardar en 2027.
- Asegurar una presencia sólida de estaciones de carga eléctrica en cada área de estacionamiento segura y protegida para vehículos comerciales para 2027 y una aceleración total para 2030.
- Considere seriamente las distintas necesidades de los vehículos pesados al establecer requisitos de salida de alta potencia para la infraestructura de carga eléctrica para permitir la continuidad del negocio, así como el pleno cumplimiento de la legislación social de la UE aplicable al transporte por carretera.
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