Por su cabina, por su cadena cinemática y por la buena pareja que hacen, la propuesta del fabricante sueco atrae muchas más miradas curiosas de lo que pudiera parecer a primera vista.

Packie va camino de marcar un antes y un después, al menos en la historia reciente de Scania. Si quieres conocer más a fondo a Packie y el origen de su nombre puedes hacerlo en este enlace. Son varios los motivos que refuerzan esta afirmación:

• Por un lado nuestro protagonista cuenta con el motor diésel más novedoso del panorama actual (con soluciones técnicas inéditas hasta la fecha), que con una cilindrada de 11 litros (10,6 exactamente y 390 cv) mete a Scania en un “segmento” del mercado en el que no ha tenido una presencia contundente en todo el siglo XXI (la transición entre su DC09 y DC13 estaba mejor cubierta por otros fabricantes).
• Por otro lado, esta mecánica va a permitir que la serie G alcance su máximo esplendor, y revitalice su razón de ser, como lo demuestra la variante objeto de esta prueba (G20N), la más grande que durante años ha figurado en la web del fabricante (con permiso de la variante High que encontramos en el configurador de Scania, con mayor altura interior pero menos “operativa”) y que puede ofrecer al conductor un nivel de equipamiento y acabados similar al de sus mayores (S y R).
• Y  además con el añadido de que Packie va camino de convertirse en toda una estrella mediática, aproximándose al medio millón de visualizaciones de su último video en redes sociales, ahí es nada.

Packie posando bajo el sol.

Conociendo a Packie

Nuestro protagonista es un rígido de tres ejes (el tercero es direccional) motorizado con el Super 11 en su versión de 390 cv (a 1.800 rpm, pero que alcanza los 382 cv a 1.360 rpm) que entrega un par motor máximo de 2.000 Nm entre las 960 y 1.360 rpm, y con un novedosos freno motor de válvulas variable (VVB) que, prescindiendo del aporte del tradicional freno de mariposa, proporciona una capacidad de retención de 465 cv (344 kW), empate técnico con su hermano mayor de trece litros el Super 13 que alcanza los 469 cv. Existe también una versión estándar para el Super 11 que se queda en 316 cv (236 kW).

Pero ¿cómo se traducen estas cuestiones en el asfalto? Pues vamos a verlo de inmediato. Comencemos por los números.

Aquí está el hueco dejado por el sexto cilindro que sí tiene el Super 13.

En ruta

Sin rodeos: nuestro protagonista puede llanear con sus 26 toneladas a cuestas con un consumo de gasoil claramente por debajo de los 20 l/100 km. Es la marca que ha establecido en nuestro recorrido, pero muy penalizado por el tráfico como consecuencia de varios incidentes en la M-40 (recuerdo que este tramo se inicia y concluye en El Molar y circunvala Madrid por sus tres anillos, M-40, M-45 y M-50). Calculamos que, en óptimas circunstancias, hubiera estado en condiciones de haber rebajado los 19 L/100 km (por lo menos). Magníficos números.

Más remarcable aún es el dato registrado en nuestra ruta de altas prestaciones: 25,3 L/100 km hasta Aranda de Duero (El Molar Aranda de Duero) y con una velocidad media de 80 km/h. Una carta de presentación que nos deja con la incógnita de saber qué consumo podría conseguir la versión Super 11 de 430 cv en un tráiler “de 40 toneladas”.

El Super 11 cuenta con doble árbol de levas en cabeza.

El buen rendimiento de su novedoso freno de compresión (VVB) ha quedado patente en un dato: tan solo ha sido necesario recurrir al freno de pie en una ocasión en la ruta hasta Aranda de Duero.

La primera inyección de urea se produce justo a la salida del turbo.

Scania, que fue la única marca que llegó a homologar sus motores pesados con marchamo Euro 5 recurriendo a la tecnología EGR, renuncia a esta válvula apostando definitivamente por el SCR, con una doble dosificación del AdBlue.

La primera tiene lugar justo a la salida del turbo (turbo dosing); la segunda en el conjunto catalizador, tambien conocido como la "lavadora de gases".

Packie en imágenes

La unidad de optimización de combustible permite máximo aprovechamiento del mismo.

Es habitual encontrar en "los Scania" un pequeño depósito adosado al principal, y Packie, como no podía ser de otra manera, también cuenta con él. Su función es que el aprovechamiento del gasóleo sea máximo, sin riesgo de que el sistema de inyeccion "chupe" aire cuando el nivel del tanque es mínimo.

El acceso a la cabina es uno de los puntos fuertes de la serie G.

La facilidad de acceso al puesto de conducción en las cabinas de la serie G puede ser un factor determinante a la hora de decantarse por este vehiculo para los conductores (y acompañantes) que tengan cierta dificultad en su movilidad o que tengan que efectuar a lo largo del día numerosas subidas y bajadas del mismo.

Además del desalineamiento de los peldaños para facilitar la entrada de los pies, los asideros completan los puntos de agarre para acceder con la máxima seguridad al interior de la cabina.

Sobradamente conocido y reconocido el volante multifuncional de Scania.

No, no es necesario aferrarse al fantástico volante multifunción para acomodarse en el puesto de conducción.

La valoracion positiva de este elemento se apoya en lo bien acabado que está, incluso cuando su tacto no es de cuero, y sobre todo de la acertada distribucion de botonería en los radios superiores y en la "interseción" de los dos inferiores.

Perfectamente integrada en el salpicadero, la pantalla central pide más funciones.

Al estar los mencionados radios superiores prácticamente en el ecuador del volante, queda un generoso arco de circunferencia que permite ver la totalidad de la pantalla "principal" del cuadro de instrumentos digital de Scania, el Smart Dash.

Entrecomillo "principal" para diferenciarla de la central, que ademas en digital y está disponible en dos tamaños: 10,1 ó 12,9 pulgadas.

La trampilla superior aporta luminosidad extra al habitáculo.

Y hablando de pulgadas, unas cuantas más acumula la ventana superior, que aporta luminosidad extra en los días más nublados y una agradable vista desde la cama en las noches estrelladas.

Las guanteras frontales incorporan iluminación interior.

Y luces también encontramos cuando abrimos todos los armarios frontales. Es en el apartado de volumen de almacenaje interior, especialmente en esos armarios frontales, donde Packie cede frente a sus hermanos mayores.

Nuestra unidad de pruebas (cabina dormitorio normal) nos parece la más equilibrada y versátil de toda la serie G.

En el salpicadero se integra perfectamente la mesa del acompañante.

Y también, como en gamas superiores, oculta una práctica mesa "díptica" en el salpicadero (hay que ir pensando en desechar esta palabra) frente al asiento del acompañante.

En la siguiente imagen podemos ver cómo se despliega ese "díptico".

Así luce la mesa escamoteable del acompañante.

Y tambien podemos ver los retrovisores, de corte clásico, sin cámaras. Scania fue uno de los primeros fabricantes en proponer cámaras en sustitución de los espejos y tuvimos ocasión de probarlos en sus instalaciones de Södertälje (Suecia), en un demo.

Sin embargo el resultado no debió satisfacer a la marca porque no se llegaron a comercializar. Como curiosidad, estaban instaladas en la parte inferior del marco de la ventanilla a diferencia de la tendencia actual de situar los soportes en la superior.

No sería de extrañar que cuando las incorpore nos sorprenda con alguna función diferencial.

El mejor selector de cambio y palanca de freno auxiliar del mercado (todo en uno).

Y es precisamente el mando que aparece en la imagen anterior uno de los elementos más diferenciadores de Scania frente a la competencia, que han intentado acercarse su diseño, pero sin superarlo.

Se trata del selector del cambio de marchas que también acciona las cinco etapas que ofrece el freno de válvulas  del Super 11 (VVB).

Scania mantiene tradicional arranque con llave.

Scania mantiene la tracional llave para poner el motor en marcha, aunque dispone de un mando a distancia que además de sus atribuciones habituales permite hacer un chequeo de las luces.

La nevera queda más accesible para conductor en el G que en la serie S o R.

El elevado túnel motor de la serie G tambien tiene sus ventajas. "Todo" queda más a mano del conductor, como el acceso a la nevera o a la bandeja y cajones centrales.

La serie G mantiene todo el empaque de sus mayores S y R.

Indudablemente la serie G comparte el aire de familia de sus mayores S y R, sin perder un ápice de presencia. Scania siempre se ha caracterizado por mimar por igual a grandes y pequeños, siendo un ejemplo a seguir, y algunas marcas ya lo han empezado a hacer en sus últimas presentaciones.

Scania sube el nivel del transporte regional con su G-11

En definitiva, Packie ha puesto en valor la serie G del fabricante sueco, en concreto la cabina G20N, con la incorporación del nuevo Super 11, con el que la marca quiere establecer un puente hacia la electromovilidad con el empleo de combustibles más ecológicos hasta que las infraestructuras eléctricas permitan que el relevo energético sea una realidad.