Pasan los meses, y los años, y ya no es algo excepcional encontrarse por nuestras carreteras un vehículo articulado de transporte de mercancías compuesto por dos semirremolques de tamaño convencional. No, no es un megacamión, los conjuntos de 25,25 metros y 60 toneladas que tantos ríos de tinta hicieron correr durante tantos años, tantos comunicados de asociaciones sectoriales a favor y en contra, tantas contundentes declaraciones, tantas jornadas informativas... y que finamente fueron legamente aprobados a finales de 2015 para hoy formar parte ya del paisaje habitual sobre el asfalto.

El vehículo al que me quiero referir ha venido en llamarse duotrailer. Mide 31,7 metros y puede transportar hasta 70 toneladas. Y sí, también circula por las carreteras españolas, en un número inferior al de los megacamiones (el oscurantismo de la DGT sobre este dato es significativo) pero que aumenta mes tras mes. Y lo hace, por contraposición al ruido que generó la llegada de los megacamiones, con un sigilo cuando menos llamativo. A la chita callando, que decía mi abuelo...

Sin entrar en valoraciones a favor o en contra de estos vehículos, se suele pasar por alto que los duotrailer de 31,7 m y hasta 70 t circulan, de momento, al amparo de pruebas experimentales de la DGT. Es muy paradójico que frente a la sonora polémica que generaron los megacamiones de 25 m y 60 t entre transportistas, cargadores y Administración hasta el mismo momento de su aprobación, los duotrailer se extienden de manera mucho más silenciosa por nuestro país sin generar mucho debate, por no decir ninguno. El fenómeno es, desde luego, como para pararse un minuto y tratar de entenderlo con todas sus derivadas.

Otro punto de análisis, y peliagudo, es el efecto que pueda provocar la proliferación de los duotrailer sobre el mercado del transporte, sobre los precios a los que trabajan los transportistas para sus clientes en relación con su capacidad de negociación...

Pero hay más líneas de atención: cómo favorecen estos vehículos a la descarbonización del transporte mediante la reducción de emisiones por tonelada transportada frente a un conjunto convencional, cómo sirven para afrontar la escasez de conductores profesionales, cómo mejoran la competitividad de la economía en su conjunto...

Megacamiones de 25,25 m y 60 t

De vuelta de nuevo con los megacamiones de 25,25 metros ya no hay duda de que no se han convertido en modo alguno en "monstruos" del asfalto, ni han generado un incremento de la siniestralidad o problemas de seguridad vial, como llegó incluso a vaticinarse. Ni tampoco parece que hayan alterado de forma relevante el mercado del transporte.

Quizá tampoco, todo hay que decirlo, hayan alcanzado el grado de implantación ni el éxito, cinco años después de su aprobación, que apuntaban algunas estimaciones.

En cuanto a los duotrailer, aunque por ahora circulen de forma experimental, no habría que extrañarse de que quizá de forma más o menos imprevista acaben por recibir el visto bueno en forma de aprobación normativa. El experimento de la DGT está durando ya más de tres años, así que... ¡¡Estaremos atentos!!