Ahora sí que sí. Después de casi tres décadas y media en el mercado, y con una longevidad inédita en el sector (podríamos situar el origen de esta cabina a finales de los 80) la nueva generación del DAF XF ha llegado.

La marca holandesa ha puesto toda la carne en el asador para convertirse en el primer fabricante del siglo XXI en crear un nuevo segmento de camiones más allá de bocetos y presentaciones virtuales, y ponerlos a disposición de la prensa especializada sin remilgos. Se trata de sus XG y XG+, que acompañan a un rutilante XF en esta nueva andadura. 

A continuación vamos a tratar de posicionar y explicar dónde se sitúa DAF con su nueva propuesta, una vez llevado a cabo este interesante primer contacto con sus innovadores camiones por tierras malagueñas.

Nuevo XF

El fabricante de Eindhoven mantendrá aún en catálogo las acreditadas gamas CF y XF durante al menos un año, y su histórico buque insignia, el XF Super Space Cab, podrá ser el competidor más feroz dentro de la propia marca del nuevo XF.

Al tratarse de una generación absolutamente nueva (desde la marca insisten en que su diseño ha partido de una “hoja en blanco”) las mejoras con el modelo ya conocido son numerosas y productivas.

El nuevo XF mantiene las soluciones más valoradas por los conductores durante la larga trayectoria de su antecesor, como la mesita central escamoteable, que ha crecido unos centímetros sin perder un ápice de su razón de ser, o la apertura de las puertas hasta los 90º, por citar algunas de ellas, pero vayamos con las novedades.

Tantas ganas teníamos de descubrir el nuevo XF que ya estamos en su interior. Podemos reconocer con facilidad el volante que tantos kilómetros hemos asido en su predecesor, pero con las dos zonas habituales de agarre engrosadas para mejorar la ergonomía. También ha sido modificada la botonería de sus radios, con nuevas responsabilidades que permiten subrayar el carácter más plurifuncional del mismo.

Precisamente una de las nuevas atribuciones de los renovados pulsadores del volante consiste en el cambio de formato del cuadro de instrumentos, que ahora es digital y luce en una pantalla ultra-panorámica y configurable de 12 pulgadas.

El conductor puede elegir entre un formato de corte tradicional, o uno más moderno y en cualquiera de ambos puede decidir (escalonadamente en cuatro niveles) la cantidad de información que desea visualizar durante la conducción, hasta mostrar solo la velocidad, la hora y la situación de la caja de cambios.

Curiosamente, en el modo de cuadro de instrumentos más clásico el tacómetro muestra las revoluciones en sentido inverso al habitual, detalle que requerirá un pequeño periodo de acomodo para los conductores más acostumbrados al incremento de régimen en el sentido de las agujas del reloj. También tienen formato ultra-panorámico las 10,1 pulgadas de la pantalla embutida en la consola central que sirve de entrada al mundo del infoentretenimiento que ofrece DAF a sus usuarios.

Esta nueva generación ya admite freno de estacionamiento electrónico, que se activa automáticamente cuando se detiene el motor. Su desconexión automática en el momento de iniciar la marcha ha sido suave y progresiva en este primer contacto, aunque para disfrutar de este opcional tendremos que esperar a principios del próximo año, como también habrá que hacerlo con la dirección eléctrica, sin lugar a dudas una solución que además de aumentar el nivel de seguridad activa servirá para completar ese punto de excelencia que ofrece esta última generación de camiones DAF.

Continuamos con el nuevo XF y con el aumento de visibilidad que ofrece gracias en parte a una ventanas laterales más rebajadas, y a un parabrisas que ha aumentado de tamaño por la misma razón, pero que ahora ofrece una curvatura cuando se “funde” con ambos pilares A propia de un autocar de última generación.

El término fundir está traído porque la transición entre las distintas secciones que forman la cabina exteriormente aparenta ser fluida y sobre todo estanca, lo que supone una mejora en el flujo del aire (aerodinámica).

Así se aprecia también en los pasos de rueda respecto al módulo de la cabina, en la zona inferior de ésta (bajo el motor y tras el "parachoques"), en el engarce de la calandra y en los laterales, pues estas cabinas admiten un frontal más cónico gracias a los 16 cm de crecimiento experimentado frente a la generación saliente, por su adaptación a la nueva reglamentación en materia de dimensiones.

Continuando con la aerodinámica, DAF se pone a la cabeza en este apartado con sus "retrovisores", tanto con el DAF Digital Vision System como con las nuevas carcasas de los espejos tradicionales. La marca destaca la eficiencia del diseño de estos últimos frente a los de la generación precedente, y un servidor da fe de la mejora en visibilidad que suponen estos evolucionados elementos respecto a los anteriores, y al resto de la competencia, en la que solo encontraremos un modelo a su nivel.

La máxima eficacia en la lucha contra el viento se alcanza con la versión digital mencionada en primer lugar. La sustitución de las carcasas por cámaras, y del espejo frontal por otra ubicada en la arista derecha, justo bajo el parabrisas supone, un 1,4% de ahorro de combustible a decir de la marca.

Nosotros todavía no podemos refrendar ese dato de consumo, pero sí que podemos asegurar que el funcionamiento del DAF Digital Vision System durante este contacto ha sido absolutamente satisfactorio, y la fantástica idea del DAF Corner Eye será seguida, a buen seguro, por aquellos fabricantes que por diseño de cabina se lo puedan permitir, puesto que proporciona un control máximo de la zona frontal y del lateral derecho.

El apartado de la visibilidad lo completamos con otra innovadora solución incorporada en estos nuevos modelos. Se trata de la nueva “ventana de acera” que mejora la visión del conductor en las proximidades de la puerta derecha y que ha de acompañarse con el asiento plegable (que además puede hacer las funciones de mesa) para que sea realmente efectiva. La evolución no está solamente en la versatilidad del asiento, sino en que DAF ha conseguido que la ventanilla superior pueda bajar por completo (como en la versión panelada), al hacerlo entre los dos cristales de la mencionada "ventana de visión de acera".

Continuará ...