DAF adelanta un ahorro del 7% gracias a sus nuevas cadenas cinemáticas formadas por los renovados PX-5 y PX-7 en combinación con la nueva caja de cambios automática PowerLine de ocho velocidades de ZF.

Las modificaciones llevadas a cabo en las dos plantas motrices de cuatro (PX-5) y seis cilindros (PX-6) son de calado, puesto que se trata de un nuevo bloque de fundición con grafito compactado (CGI) más ligero y ultra-resistente, una culata de hierro fundido, nuevos pistones de baja fricción, nuevos compresores de gran eficiencia y un nuevo turbocompresor con válvula de descarga según apuntan desde la marca.

Los nuevos motores completan un total de siete potencias diferenciadas frente a las ocho que ofrecía hasta la fecha. El acceso a la gama LF lo marca el PX-5 con 170 cv y un par máximo de 700 Nm, lo que supone la desaparición del PX-4 que entregaba 156 y 172 cv con un torque de 500 y 600 Nm respectivamente.

Este cuatro cilindros de 4,5 litros de cilindrada (seguimos con el PX-5) se completa con las variantes de 190 cv (750 Nm) y 210 cv (800 Nm), caracterizadas por estirar su par motor a más altas revoluciones que sus antecesores de 184 y 213 cv.

El Paccar de 6,7 litros y 6 cilindros (PX-7) mantiene sus cuatro propuestas de potencia, que ahora quedan en 230, 260, 290 y 310 cv frente a las anteriores 234, 264, 295 y 325 cv, repitiendo los valores de par de sus semejantes sustituidos, es decir, 900, 1.000, 1.100 y 1.200 Nm, encontrando las principales diferencias en el rango en el que se consiguen estas últimas cifras.

Precisamente 1.200 Nm es el rendimiento máximo que admite la nueva caja de cambios PowerLine automática de 8 velocidades con convertidor de par, que mejora el paso entre velocidades al no existir interrupción de par. La función de inicio rápido de la marcha al soltar el pedal de freno mejora la experiencia de uso a baja velocidad.

El fabricante holandés afirma que seguirán estando disponibles las cajas de cambios manuales de seis y nueve velocidades, así como las Allison (automáticas), en este caso para aplicaciones especiales como la recogida de residuos o extinción de incendios.