El transporte de hormigón es uno de los más delicados que existen. Una avería inoportuna, un fallo en el sistema o un accidente que detenga el giro de la cuba puede dar al traste no solo con la carga, sino inutilizar la propia cuba y por ende el camión.
Además, este tipo de vehículos tienen un consumo de gasóleo muy superior al de ofrece un camión de carretera de 40 toneladas (en torno al doble), aunque es cierto que no recorren tan largas distancias como estos últimos.
Por ambos motivos, la apuesta por la tecnología eléctrica para este uso adquiere una relevancia aún mayor que para otras aplicaciones. Con la venta de estas 11 unidades que se entregarán a finales de año, Unicon y Volvo Trucks han suscrito un acuerdo de colaboración a largo plazo cuyo objetivo es desarrollar e implementar soluciones eléctricas completas para camiones y carrocerías destinadas a la industria del hormigón.
Tras unas pruebas piloto con un “prototipo” Volvo FE Electric, Unicon ha dado este primer paso en sus objetivos de reducir las emisiones de CO2 de su flota en un 30 % en 2025 (con respecto a 2019), y conseguir cero emisiones para 2035.
Peter Ericson, director general de Volvo Trucks en Dinamarca, ha destacado las expectativas que esta colaboración ha suscitado: "Con estos acuerdos, emprendemos un camino firme hacia la expansión de las soluciones de distribución sin combustibles fósiles a la industria del hormigón, en la que la electrificación de los vehículos pesados ha sido un reto muy difícil debido a las cargas pesadas y las exigencias de mezcla continua”.
