El volumen del transporte de mercancías por carretera en la Unión Europea está bajando y los costes de los transportistas suben, según el informe de la consultora Transport Intelligence (TI), que también señala una creciente concentración empresarial y una falta de inversión en digitalización y en sostenibilidad. TI señala que la adopción de prácticas sostenibles es lenta porque para los transportistas pesa más la preocupación por los costes que el interés por la reducción de las emisiones de CO2.
"El sector del transporte de mercancías por carretera en la UE ha sido testigo de un descenso de los volúmenes de carga, lo que apunta a un mercado más débil y que se puede continuar debilitando durante algún tiempo debido al estancamiento del crecimiento del PIB en todos los mercados europeos", señala la consultora. En España, con los datos del primer trimestre del año, los camiones han movido un 4,58% menos de mercancías en el transporte internacional, aunque el interior ha crecido. TI señala que algunos sectores, como el del automóvil, se han visto especialmente afectados por la competencia asiática. Además, los recientes cambios en las actividades arancelarias de Estados Unidos pueden influir en los movimientos internacionales de mercancías.
En el capítulo del aumento de gastos, los transportistas se encuentran con el aumento de los peajes, la inflación salarial debida a la escasez de conductores y la escalada de los costes de seguro y mantenimiento añaden presión financiera. Además de los incrementos de los costes del combustible y la competencia de los mercados asiáticos, que tienen gastos más bajos. Esto ha provocado una intensa competencia de precios en las licitaciones, "en las que a menudo se da prioridad a la oferta más baja en lugar de centrarse en la mejora de la eficiencia en todo el sector", señala TI. En consecuencia, los márgenes de beneficio de los transportistas y proveedores de servicios siguen sometidos a fuertes tensiones.
Falta de sostenibilidad y digitalización
El informe tiene claro que la adopción generalizada de medidas sostenibles depende de que se logre la neutralidad de costes y aplaude que haya "prometedores" proyectos piloto apoyados por cargadores, que pagan a los transportistas por encima de los precios de mercado. Se está avanzando con tecnologías como el aceite vegetal tratado con hidrógeno (HVO), como solución de bajo coste para reducir las emisiones de CO2 utilizando los equipos existentes, y la creciente disponibilidad de HVO en toda la UE lo convierte en una medida práctica a corto plazo, asegura la consultora.
Para TI, la tecnología tiene un gran potencial para mejorar la eficiencia y la productividad en el sector del transporte de mercancías por carretera, pero su adopción sigue siendo limitada, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas "que luchan contra la baja rentabilidad y la insuficiencia de recursos para invertir en tecnología". La escasez de competencias para gestionar el cambio tecnológico también obstaculiza el progreso, y muchas empresas de nueva creación han agotado sus finanzas o han sido adquiridas por organizaciones más grandes y menos ágiles.
El informe también aprecia la creciente concentración empresarial, de la que encuentra aspectos positivos –las empresas más grandes pueden acelerar la adopción en tecnología–, pero también negativos, porque ha reducido la capacidad de las nuevas empresas para impulsar la innovación.