Camiones | Scania anuncia la normalización de las entregas a sus clientes en 2023

La marca sueca lanzará el próximo año una tractora eléctrica con 320 kilómetros de autonomía.

Sebastián Figueroa, director general de Scania Ibérica.
Sebastián Figueroa, director general de Scania Ibérica.

Scania apunta a 2023 como el año en el que podrá normalizarse el plazo de entrega de vehículos a sus clientes. Así lo ha anunciado este jueves Sebastián Figueroa, director general de la marca en España, en el encuentro navideño con la prensa especializada, que ha servido para repasar el año que está a punto de terminar y avanzar la estrategia futura de la compañía, empezando por la llegada dentro de unos meses de una tractora de propulsión eléctrica con una autonomía de 320 kilómetros.

En lo que tiene que ver con el plazo de entrega, verdadero quebradero de cabeza para miles de transportistas que demandan a los fabricantes de camiones un volumen de vehículos mayor del que estos son capaces de atender, el directivo de Scania ha reconocido que en los últimos tiempos no se ha podido atender la demanda del mercado, una situación que está en vías de solución gracias a que cuenta con recibir desde la fábrica de la marca al menos 4.000 unidades para nuestro mercado el próximo año, cifra muy superior a las 3.000 con las que prevén cerrar este ejercicio.

NUEVA GAMA ELÉCTRICA REGIONAL SCANIA

Entre las novedades de mayor calado que el fabricante escandinavo lanzará en 2023, a partir del mes de octubre del próximo año arrancarán las entregas de las versiones rígida y tractora de la gama eléctrica para uso regional, con 350 y 320 km de autonomía respectivamente. Los dos modelos irán equipados con un motor de 450 kw, cifra muy superior a los 230 kw de la gama urbana eléctrica ya disponible y cuyas autonomías oscilan entre los 60 km de la variante híbrida enchufable y los 250 km de Scania eléctrico urbano con nueve baterías. La previsión de ventas de la gama eléctrica para 2023 se sitúa entre las 80 y las 100 unidades (40 entregadas este año). A nivel global, el 10% de la producción de Scania en 2025 corresponderá a vehículos de propulsión eléctrica, porcentaje que ascenderá hasta el 50% ya en 2030.

En lo referente a baterías para camiones eléctricos, precisamente, la marca sueca trabaja ya en la puesta en marcha de una fábrica propia de este tipo de componentes con el objetivo de situarse por delante de sus competidores en lo que tiene que ver con aspectos como la potencia o la reducción del tiempo de carga.

Sebastián Figueroa no ha evitado en absoluto afrontar el complejo de debate sobre en qué dirección caminan las diferentes tecnologías que utilizan y van a utilizar los vehículos industriales. Ha querido dejar claro que la tecnología diésel va a tener un protagonismo destacado durante un periodo prolongado de tiempo, y ha hecho hincapié en las ventajas del uso de HVO como combustible además de no dar por muerta ni mucho menos la demanda de vehículos alimentados por gas natural, si bien ha reconocido que el cliente tiene incertidumbre en torno al GNL por la inestabilidad de su precio. No en vano, Scania trabaja en el lanzamiento de un motor de gas con más de 500 cv.

TODO GIRA EN TORNO AL TCO

Según ha explicado Figueroa, en la actualidad, el TCO del camión híbrido enchufable de Scania es perfectamente equiparable con el de un camión diésel al incluir en la ecuación los 70.000 de ayudas del Gobierno, cantidad que llega hasta los 130.000 euros en el caso de los camiones eléctricos puros y que permite que esta tecnología eléctrica pura ofrezca un TCO solo ligeramente superior a un vehículo alimentado por gasóleo.

ATERRIZAJE DE LA GAMA SUPER EN ESPAÑA

Por su parte, el director comercial de Scania, Roberto San Felipe, ha sido el encargado de hacer balance del lanzamiento de la gama Super en España, que incorpora un motor diésel completamente nuevo que ha equipado a 63 unidades de demostración que han arrojado, tras ser probadas por 132 clientes, una reducción media de consumo de 4,2 litros/100 km (-12%) frente a una comparativa de modelos tanto de otras marcas como de la gama anterior de Scania.

Al mismo tiempo, la revolución tecnológica en la que está inmersa de manera irremediable el sector del vehículo industrial está teniendo un efecto directo sobre las ventas de la mítica gama V8 del constructor sueco. Si hasta hace no demasiado tiempo el mercado español encabezaba la cuota del V8 frente al total de ventas de la marca con un 16%, el porcentaje ha caído en la actualidad hasta el 7% y no parece que el futuro, por la combinación de una serie de variables, permita ser optimista sobre la recuperación de este porcentaje.

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