La DGT presentó el 19 de junio el borrador del futuro decreto que regulará los controles de alcohol y drogas para conductores profesionales. En la reunión estuvieron sindicatos y patronales del transporte de mercancías y viajeros –además de otros ministerios implicados como Transportes y Trabajo–, que mostraron bastante sintonía con el borrador. Agustín López asistió como representante de CCOO y defiende que Tráfico ha hecho un buen trabajo: "Las partes le dimos, en general, nuestro visto bueno, aunque cada uno añadiera sus pinceladas". Se volverán a congregar en la segunda quincena de septiembre, cuando formará los equipos de trabajo.
López sí que le pide a la DGT que "lidere un poco más la negociación y no se limite a mediar" entre los empresarios del transporte y los sindicatos. Coincide con ese punto de vista el secretario sectorial de Carreteras de UGT, Diego Buenestado, que le reprocha a Tráfico que "se ponga un poco de perfil": "Dicen que lo que acordemos entre sindicatos y patronal estará bien".
Los sindicatos tienen la máxima de que el decreto no puede estigmatizar a los chóferes. En palabras de Agustín López: "salga lo que salga, tiene que dejar claro que los conductores profesionales no tienen un problema de alcohol y drogas, de hecho, somos los conductores más concienciados". Consciente de que los transportistas suelen hablar de la falta de conductores, Buenestado avisa de que "si se criminaliza la profesión, las empresas se pueden quedar aún con menos". En la reunión de junio con la DGT, los sindicatos sintieron respaldada esta postura por el ministerio de Transportes. Y que también los representantes de la principal patronal de mercancías, CETM, tenían visiones parecidas, aunque sí que hubo más choque con la patronal de viajeros, Confebús.
La patronal Froet, integrada en CETM, detalla en su web que el futuro decreto reducirá el límite de alcohol en sangre para profesionales a 0,2 gramos por litro (cuando ahora está en 0,3), obligará a la instalación de alcoholímetros antiarranque en camiones y autobuses nuevos y establecerá controles obligatorios de alcohol y drogas.
Los ejemplos de Valencia y Asturias
Los convenios provinciales de Valencia y Asturias en vigor incluyen protocolos de alcohol y drogas que patronales y sindicatos toman como ejemplo para la futura norma estatal. CETM ve con buenos ojos el anexo de seguridad del convenio asturiano, que permite a las empresas "efectuar como máximo tres procesos de controles cada año de duración máxima cada uno de dos meses", aunque tienen que preavisar a los empleados 15 días antes de estas campañas. En cada proceso se podrá hacer control de consumo de alcohol o de drogas, o de ambos.
Para los sindicatos, el protocolo sobre conductas adictivas que se establece en el convenio de Valencia es "más garantistas". En ambos convenios se recoge la posibilidad de que el conductor reconozca que es consumidor dependiente de drogas o alcohol. En ese caso, el empleado no será objeto de sanción siempre que solicite una suspensión del contrato de trabajo (la duración de la suspensión varía entre ambos convenios) "con el objeto durante ese tiempo de someterse a programas de rehabilitación".
Agustín López resume en una frase cómo debe de ser el futuro decreto que regule los controles de alcohol y drogas para los conductores profesionales en toda España: "Cualquier protocolo tiene que ser prevencionista, garantista y con medidas de reinserción. Porque si lo que hacemos es despedirlo, lo único que hacemos es mover el problema de una empresa a otra".