El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el anteproyecto de ley que busca prohibir fumar en camiones y furgonetas de reparto. Y es que la reforma de la ley antitabaco, que debe recibir el apoyo del Congreso para entrar en vigor, amplía los espacios sin humo a los "terrazas, campus universitarios, centros docentes, instalaciones deportivas, marquesinas de transporte y vehículos de uso laboral", según ha relatado la ministra de Sanidad, Mónica García en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. En este último término se engloban los camiones y furgonetas, como confirma el departamento de prensa del ministerio. Asociaciones de transportistas como CETM –la mayoritaria entre empresas– y Fenadismer –que representa principalmente a autónomos y pymes–, consideran la medida desproporcionada y contraproducente.
La ministra García ha defendido la reforma de la ley antitabaco: "Sabemos que el tabaco se lleva la vida de 140 personas al día en España, 50.000 al año. Está relacionado con la mitad de los cánceres". Tras la aprobación por parte del Ejecutivo, el anteproyecto tendrá que recibir ahora luz verde en la cámara Baja para entrar en vigor: "Espero esta ley genere tanto consenso en el Congreso de los Diputados como consenso hay en la calle", ha respondido García sobre las posibilidades de que los diputados apoyen la norma. Fenadismer ya ha adelantado que trabajará en que el texto se enmiende durante su tramitación parlamentaria para que excluya los vehículos profesionales entre los espacios libres de humo.
Entre los puntos claves del anteproyecto está esta ampliación de los lugares donde no se podrá fumar, pero también la equiparación del uso de cigarrillos electrónicos y dispositivos de tabaco calentado al tabaco convencional. Por lo tanto, en camiones y furgonetas tampoco se podrán usar vapers o cigarrillos electrónicos, incluso si no tienen nicotina.
CETM y Fenadismer, en contra
En cuanto se conoció en mayo la intención del Gobierno de incluir los camiones entre los espacios antitabaco, Fenadismer se posicionó en contra. Juan José Gil, su secretario general, asegura que su federación no discute que el tabaquismo conlleve problemas de salud: "Pero una vez que el conductor ha decidido fumar no tiene sentido que se le prohíba hacerlo en su espacio privado, en el que no interfiere con ninguna otra persona", defiende Gil. Fenadismer cree que la medida podría resultar perjudicial y comprometer la seguridad vial, porque genere en los conductores situaciones de mayor estrés y ansiedad, que alteren sus habilidades de conducción.
CETM, la principal patronal del transporte en España, tiene un punto de vista similar. En una conversación con Ruta del Transporte, CETM ha subrayado que en la gran mayoría de los casos, "los conductores de vehículos pesados realizan su labor en solitario, por lo que el hábito de fumar no afecta a terceros". CETM también encuentra que es una discriminación frente a conductores particulares y que limita la libertad individual. "En conclusión, creemos que esta medida es desproporcionada y poco eficaz para alcanzar los objetivos de salud pública que se persiguen. Reiteramos nuestro compromiso con la promoción de hábitos de vida saludables, pero pedimos al Gobierno que tenga en cuenta las particularidades del sector del transporte y busque alternativas más justas y razonables", concluye.