La Comisión Europea presentó la semana pasada su propuesta para simplificar algunas disposiciones de la directiva por la que se rigen los peajes (conocida como Euroviñeta) que tienen que ver con el transporte pesado. El objetivo es tener en cuenta el marco jurídico que regula el rendimiento de las emisiones de CO2 de los vehículos pesados, –y que obligará a los camiones a recortar un 90% sus emisiones para 2040 en comparación con las de 2019–: “Esta propuesta contribuye a mantener un marco jurídico de la UE coherente y de alta calidad”, asegura la Comisión en un comunicado.
Sin embargo, para los transportistas de IRU (la Organización Internacional del Transporte por Carretera) "la propuesta consolida un sistema rígido al vincular la variación de los peajes únicamente a los parámetros de CO2". Esta propuesta de la Comisión tiene que sea aprobada por el Consejo y el Parlamento Europeo, por eso, IRU les pide a los legisladores que aprovechen la tramitación para construir un sistema de peajes "justo, flexible y adaptado al futuro": "Un sistema que apoye todas las vías viables hacia la descarbonización y beneficie a las empresas que impulsan el transporte de mercancías y personas en Europa".
En palabras de Raluca Marian, directora de la IRU para la UE: "Esto se presenta como una simplificación, pero en realidad refuerza un sistema rígido. La variación de los peajes permanece limitada a los parámetros de CO2, sin reconocer alternativas de combustible bajas en carbono o neutras en CO2". Para Marian, las deficiencias de la directiva de Euroviñeta, que se modificó en 2022, sigue sin resolverse. Esto es, que no distingue a los vehículos de gasóleo de los que utilizan alternativas de combustible bajas en carbono y neutras en CO2.