El Gobierno ha decidido retrasar un año la implantación obligatoria del sistema de facturación electrónica Verifactu, que iba a entrar en vigor en 2026. El Ministerio de Hacienda justifica la prórroga para facilitar la adaptación de las empresas, muchas de las cuales aún no estaban preparadas.
Con el nuevo calendario, Verifactu será obligatorio:
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1 de enero de 2027 para quienes tributan por Impuesto de Sociedades.
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1 de julio de 2027 para el resto de profesionales y empresas.
El sistema exige que los programas de facturación generen registros inalterables y accesibles para la Agencia Tributaria, enviados directamente o almacenados de forma segura. De hecho afecta a todos los que usan software de facturación, excepto quienes trabajan con SII y los residentes en País Vasco y Navarra. Tampoco afecta a quienes facturan manualmente.
El retraso se incluye en un Real Decreto-ley anunciado por Pedro Sánchez para cumplir compromisos con Junts.