Fiat Professional ha sido durante años el fabricante que más abiertamente ha apostado por el gas natural, siendo la única marca en ofrecer hasta tres modelos diferentes en sus correspondientes segmentos con sus Fiorino, Dobló y Ducato propulsados por GNC. Sin embargo, recientemente anunció el abandono de esta tecnología para pasarse a la electromovilidad ¿Significa eso que “el gas” ha muerto para los vehículos de reparto?

La respuesta la podemos encontrar en estas tres competitivas propuestas actuales, y una cuarta que está por llegar.

Iveco Daily GNC. Precisamente este fabricante es en la actualidad el que más firme apuesta por el gas natural, no solo en su gama de furgonetas, sino también en la de vehículos pesados. La Daily propulsada por GNC ofrece a día de hoy un coste por km inalcanzable para su equivalente con motor diésel, y el rendimiento del propulsor asociado al cambio automático de ocho velocidades Hi-Matic es magnífico. La planta motriz de tres litros de cilindrada rinde 136 cv de potencia y 350 Nm de par motor máximo.

El gas es la razón de ser de las Porter NP6 de Piaggio. El fabricante italiano recurre tanto al GNC como al GLP (es posible elegir uno u otro siempre acompañados por gasolina) para alimentar el motor de 1,5 litros que motoriza a sus singulares NP6, auténticos especialistas en el corto recorrido.

BeGas es el tercer “motivo” que nos invita a creer en el gas como solución ecológica, y rentable de movilidad. Esta empresa fabrica motores de Autogas homologados a nivel europeo que puede instalar en camiones nuevos (también autobuses) o mejor aún, sustituir los propulsores diésel entre 3 y 8 años obteniendo la etiqueta Eco de la DGT. Los rangos de potencia que ofrece son 250, 280 y 310 cv.

Decía que la cuarta está por llegar, y es que Volkswagen tiene pensado comercializar en nuestro país una variante de su nueva Caddy con motor de GNC de la que daremos cuenta tan pronto caiga en nuestras manos.

Así está el panorama “gasístico” en el mundo del reparto y distribución. Cuatro soluciones que cubren cuatro segmentos claramente diferenciados, pero lo suficientemente competitivas todas ellas como para pensar que tanto el metano como el propano aún tiene algo que decir.