Divide y vencerás, frase atribuida a Julio César, es una herramienta efectiva para dividir al enemigo, haciéndolo más débil y así poder vencerlo. También esta frase se le suele atribuir a Napoleón o a Maquiavelo; a este último aplicando la máxima al adversario político. Como antónimo de esta expresión está la frase “la unión hace la fuerza” que figura como lema de varios países. El fabulista francés Jean de La Fontaine lo expresó de una forma más clara con la frase «todo poder es débil, a menos que permanezca unido”.
Esta introducción que me he tenido que currar –no quiero que piensen ustedes que soy un pedant – ha sido consecuencia de la reflexión que he hecho en relación con lo que está pasando en el sector. El reciente proceso de renovación de los miembros del Comité Nacional del Transporte por Carretera, del que resultará una nueva composición del mismo para el periodo 2026-2029, lo están utilizando algunos, torticeramente, como si se tratase de unas elecciones a una asociación, esgrimiendo eslóganes populistas y manidos como el “a mí no me representan” pretendiendo enfrentar a pequeños transportistas con grandes empresas o a transportistas con operadores de transporte.
Dentro del Comité hay asociaciones que representan a todo el espectro del sector, pequeños y grandes y de todas las actividades
Estos demagogos de la alcachofa y del tuit probablemente les muevan intereses espurios que en absoluto tienen que ver con la defensa del sector. Me recuerdan al movimiento 15 M que criticaba a lo que denominaban casta política y defendían los derechos de “la gente” y una vez que tocaron moqueta se olvidaron de lo que defendían y comenzaron a actuar peor que a los que antes criticaban y les hacían escraches.
Dicen que el tiempo quita y da razones. Me gustaría estar equivocado.
A lo que iba. Quien critica de esta manera al Comité Nacional del Transporte, demuestra no conocer cómo funciona. Dentro del Comité hay asociaciones que representan a todo el espectro del sector, pequeños y grandes y de todas las actividades. Se analizan los problemas que se plantean, respetando la posición de cada uno de sus miembros y considerando todos los puntos de vista. La inmensa mayoría de las veces los acuerdos se alcanzan por consenso y las discrepancias se hacen constar.
Lo más importante es que los acuerdos del Comité cuenten con el respaldo sin fisuras de todos sus miembros. Esto hace que las demandas planteadas por el sector sean tenidas en cuenta por la Administración y luego se vean reflejadas en normas que rijan su funcionamiento.
La Ley del Contrato de Transporte Terrestre de Mercancías, el ejercicio de la acción directa por el transportista efectivo en los supuestos de intermediación, contra el cargador principal y todos los que le hayan precedido en la cadena de subcontratación para el cobro de los portes, el pago obligatorio de los portes a 30 días, la variación del precio del transporte en función del precio del combustible, la prohibición de la carga y descarga por los conductores, etc. son un ejemplo de lo conseguido.
A nadie le debe caber duda alguna de que, si el Comité Nacional no hubiese mostrado esa unidad en los acuerdos alcanzados, no se hubiesen conseguido estos logros.
Que quedan cosas por hacer, por supuesto; y sin duda se lograrán mayores avances. Pero si los poderes públicos aprecian debilidad en el Comité Nacional y eso se logra mediante el enfrentamiento entre sus miembros, no conseguiremos nada.
El divide y vencerás lo habrá logrado.